Podología Infantil

En el campo infantil, la labor de un podólogo puede llegar a adquirir cierta importancia. Aunque la Podología sea una especialidad muy concreta,  un podólogo puede determinar patologías infantiles relacionadas con su campo, y tratarlas con el fin de atajarlas o reducirlas lo máximo posible, a fin de asegurar que durante el crecimiento no se presenten problemas físicos que puedan suponer complicaciones a largo plazo.

Si bien existen ciertas patologías benignas que se asocian al crecimiento y se suelen presentar en la adolescencia, véanse por ejemplo la  enfermedad de Perthes  o el síndrome de Osgood-Schlatter, las cuales son objeto frecuente de consulta, y no suelen presentar problema a largo plazo, otras, que pueden ir de la luxación congénita de cadera en neonatos al pie equinovaro, pueden requerir exámenes exhaustivos y tratamientos, generalmente ortopédicos, que de realizarse tempranamente, pueden producir óptimos resultados.

La estructura ósea del cuerpo humano está en constante cambio y evolución a lo largo de una vida; teniendo esto en cuenta, la niñez es una etapa determinante para tratar a tiempo posibles alteraciones óseas y estructurales, como por ejemplo el pie plano infantil. Por ello, el podólogo realiza una importante actividad en el desarrollo estructural de niños y adolescentes, tanto de tratamiento como de prevención. Si se sospecha de alguna anomalía en la edad temprana de un niño, o simplemente se desea confirmar que la postura y deambulación del niño son correctas, una visita al podólogo puede ayudar a salir de dudas, así como plantear opciones terapéuticas, si fueran necesarias. Por otra parte, cabe reseñar que los niños tienen su sistema inmunitario en formación, y por ello suelen ser propensos a procesos infecciosos de carácter oportunista, como por ejemplo el virus del papiloma humano o el pie de atleta, infecciones que se transmiten fácilmente en ambientes de humedad frecuentados por otras personas (vestuarios, piscinas,…). De presentarse un problema semejante, el podólogo puede ser de ayuda, y una visita a tiempo facilita el tratamiento y evita complicaciones posteriores.